Deshojando una flor que ha caído cerca de mí desde un de árbol cercano, arrojo los pétalos en el pequeño río junto a mí e imagino que viajan por este afluente a un río más caudaloso y así, hasta llegar al océano y más allá, a todos los puntos del planeta en los que alguien más los recibirá. Puedo incluso visualizar que cada lugar por donde pasan, se cubre de bendiciones y luz.

Esta breve anécdota es una manera de expresar el accionar de un voluntariado que, en el equipo de subtitulación, hemos tenido la maravillosa oportunidad de vivir. Cada uno de nosotros y nosotras ha llegado a esta experiencia luminosa por diferentes caminos y nos hemos encontrado con una práctica auspiciosa de la que deseamos contarles un poco.

José U. Peraza, “José” (Venezuela)

Que hermoso y maravilloso es pertenecer al equipo de subtitulación del voluntariado de la Comunidad Dharmadatta; saber que tienes una gran responsabilidad al difundir el Dharma para todos aquellos que no hablan inglés y estén carentes de una referencia que pueda ayudarles a aliviar su sufrimiento. Además, esta actividad ha contribuido a desarrollar mi generosidad y también a cultivar mi formación espiritual, gracias a las enseñanzas del Buda. Finalmente, ser voluntario y tener esta valiosa oportunidad de poder divulgar un mensaje de ética, paz, compasión, sabiduría y su relevancia para la vida cotidiana, constituye un gran regocijo para mí. Espero que lo sea también para quienes vean nuestros videos.

 

 

 

Mónica Pacheco, “Moni” (México)

Suena una notificación en mi teléfono, es del equipo de subtitulación. Significa que tenemos una nueva misión, ¿quién lo hará esta vez? No importa. El ejercicio que nos toca subtitular significa siempre una oportunidad. Llega a muchas personas, implica responsabilidad y lo hacemos con inmenso cariño, deseando con el corazón que toque corazones y, sin demora, desde nuestra trinchera podamos sumar. Pido todos los días que podamos lograr ver que tenemos buena salud, condiciones idóneas o no tanto, pero vida sí y debemos, por ello, practicar el Dharma.

Irene Escamilla, “Iry” (México)

Quiero aprovechar este espacio para agradecer al IB por permitirme formar parte de la comunidad como voluntaria en el área de subtitulación. Las enseñanzas que aquí he recibido han cambiado mi vida, modificado su ruta y no tengo cómo pagarles. Con este voluntariado deseo alinearme al voto del Bodhisattva, y hacer mi pequeña aportación para el beneficio de otros. A Juan Carlos, José, Alma, Caro, Mónica y Veruscka, ¡Gracias por hacer Shanga conmigo!

Alma Patricia Alba Fernández, “Almita” (México)

¡EMAHO! Gratitud es lo que me representa un voluntariado, retribuir de esta manera la enorme joya de enseñanzas que a mis manos llegan, y saber que el trabajo terminado llegará a millones de seres para ser leído o escuchado; gratitud infinita por poder ser factor para que el Dharma llegue a tantos y transforme vidas y corazones. Una inmensa gratitud al Instituto por esta luminosa oportunidad de retribuir. En resumen, ser voluntaria ha sido para mí, “la quinta esencia” de mi práctica.

Veruscka Cavallaro Orence, “Verus” (Venezuela)

Algunas tardes, después de terminar una tarea dentro de los equipos de voluntariado del IB, reflexiono un rato en la enseñanza que acabo de leer o escuchar. Pienso en lo atinada que fue o, tal vez, en lo controversial que es para mí; pero hay algo que me sucede sin variación, percibo su importancia para este momento y para esta sociedad. Entonces siento una enorme felicidad… me regocijo al saberme parte de esta comunidad que teje esfuerzos para que, en cualquier lugar del mundo, todas y todos, puedan leer o escuchar esas palabras sabias y transformadoras que les ayudarán en sus propios procesos.

Carolina Curiel Caraveo, “Caro” (México)

Esta es una oportunidad más para aprender sobre el Dharma, para practicarlo. Y así, con una pequeña aportación desde el corazón, alguna suerte de pequeña gota de agua más, contribuir al gran flujo del río que es el Dharma. Con suerte las palabras que ayudamos a transcribir servirán para acercar a más seres a la felicidad y a la ecuanimidad; y en el proceso, encontrar que maravillosamente las enseñanzas contenidas en los textos trabajados resuenan para cada uno de nosotros, como si nos hablaran de manera personal, si la ilusión del yo existiese.

Juan Carlos Salgado Iturbe, “Juanca” (México)

En el sendero del voluntariado, un voluntariado inmerso en el espíritu de las Paramitas, no ve una “chamba” (como decimos en México) más, sino una herramienta; una fiesta en verdad, una celebración constante de la práctica. En cada video, cada enseñanza, cada Sutra que llega a este equipo y que hemos de repetir y escribir en varias ocasiones, he recibido —en lo personal— más dones de los que pudiera yo aportar a la tarea. Gracias amado equipo, gracias a cada uno de ustedes que son también mis maestros.

No fue fácil resumir a unas cuantas líneas toda la gratitud que albergamos y toda inmensidad que significa el voluntariado para quienes nos hemos embarcado en esta hermosa aventura. Nuestras vidas cambiaron desde que el Dharma llegó a ellas y, por eso, nos regocija la labor de subtitulación que llevamos: queremos contribuir a la difusión de las enseñanzas del Buda para que más hispanohablantes tengamos la oportunidad de cultivar nuestra preciosa existencia humana en el camino de la iluminación.