Karya creció en una ciudad no muy grande en las montañas de los Andes en Colombia. Cuando era niña expresó muchas aspiraciones para su vida en el futuro. Lo primero que recuerda es su deseo intenso de llegar a ser una jugadora de baloncesto profesional, de preferencia en la WNBA. Más tarde, quiso ser astrofísica para poder entender el cosmos. Ella recuerda una tercera ambición que realmente logró, que era poder dedicar su vida a algo que hubiera estado dispuesta a hacer aún si no le pagaran, algo que ella considerara que vale la pena hacer incluso si solo recibiera alojamiento y comida por hacerlo.

La familia de Karya tiene una pequeña finca, en las afueras de su ciudad natal, donde pasaba muchas horas de su infancia haciendo tareas para ayudar a su papá, cuando no se escapaba para jugar fútbol o jugar con los animales. Algunas de sus tareas preferidas eran llevar comida a las vacas y bañarlas. A sus padres les gustaba recordar la ocasión en la que le dieron como regalo su propio sombrero pequeño y sus demás cosas de vaquera porque ella adoraba los sombreros y las cosas que veía usar a su papá y a su mamá cuando estaban en la finca. Su papá le cuenta que en ese tiempo ella estaba muy clara de su intención de tener muchas vacas cuando fuera grande.

Cuando llegó el momento de elegir carrera, Karya tomó la oportunidad para tratar de realizar uno de sus sueños y se inscribió en un programa de estudios de física. Después de tres años de intenso estudio en el área de ciencias y tecnología decidió cambiar de ruta y dio un giro a la izquierda hacia el estudio de idiomas. En Colombia esto significa empezar sus estudios universitarios desde el principio y así, después de otros cinco años de estudios en Bogotá, se graduó con una licenciatura en Lenguas modernas, con completa fluidez en inglés y francés, tal como en español. Con su título en mano, Karya abrió su propio instituto para el estudio de idiomas en su ciudad natal, Duitama. Durante cuatro años ayudó a sus paisanos duitamenses a ganar confianza en hablar inglés (y francés), lo cual les abriría puertas a ellos. En 2015 inició estudios de posgrado en semiótica y obtuvo su maestría en esta disciplina en 2018.

En ese momento, Karya también había descubierto el budismo después de que su hermana Yeny tropezara con un video de “una persona rara con la cabeza rapada” mientras buscaba en YouTube algo muy diferente. Las dos viajaron a México para asistir a un retiro con las monjas budistas que habían visto en YouTube (FaceBuda) y después, a su regreso a Colombia, las dos empezaron el programa de estudio de siete años de la Comunidad Dharmadatta. Varios años después, Karya viajó sola a México para encontrarse nuevamente con ellas y expresarles su aspiración de tomar votos monásticos y unirse a la comunidad. Después de un largo proceso de evaluación, las monjas determinaron que Karya definitivamente encajaba mejor en la vida monástica que en la WNBA o en la NASA.

Karya fue la primera monja de la Comunidad Dharmadatta que recibió sus votos de ordenación de una monja en vez de un monje. En agosto de 2021, la Venerable Bhikshuni Thubten Chodron junto con otras bhikshunis de la Abadía de Sravasti le otorgaron a Karya sus votos de shramanerika. Y desde entonces ha estado viviendo en la Virginia rural como una de las monjas Dharmadatta.

Como monja budista, sus días están dedicados al estudio, la contemplación y el servicio, y su vida en comunidad es esencial para su práctica espiritual. Ella ha tomado un rol particularmente activo en el desarrollo de nuestros programas ambientales y también participa con entusiasmo en el estudio de sutras y en el estudio del arte budista. Tal como lo había soñado, su camino en la vida no ha sido elegido en búsqueda de retribuciones materiales sino por su significado y su propósito, y se sustenta no por un salario sino por la bondad de los demás y la profunda satisfacción de tener la oportunidad de vivir como lo hace.

Mientras tanto en Colombia, la hermana de Karya, Yeny, es maestra de una universidad en la ciudad de Bucaramanga y administra las salas de meditación en línea de la Comunidad Dharmadatta. Su otra hermana, Lucero, ha tiene su propio negocio de procesamiento de frutas y su hermano, Henry, trabaja en servicios de transporte de pasajeros, ambos en Duitama donde vive su padre también. La madre de Karya falleció en 2010.

Si en un sentido Karya ha dejado atrás el hogar de su infancia, en otro ha traído mucho de su casa con ella, y nuestra comunidad se ha enriquecido mucho con eso. Nuestros vecinos aquí en Virginia tienen vacas. Muchas vacas. En nuestros paseos frecuentes por los alrededores de nuestra casa, Karya es la única de nosotras a quien las vacas realmente han conocido al acercarse a ella cuando Karya se detiene para hablar con ellas. Cuando se une a Damcho y a Lodro a trabajar con ellas en los surcos menos que rectos de la huerta, se ha notado que Karya mueve la cabeza y se pregunta en voz alta qué diría su padre si pudiera verlas ahí trabajando.

Hay muy poca contaminación lumínica donde vivimos y Karya se mantiene atenta del calendario de la lluvia de meteoros; ella se asegura de que llevemos algunos tapetes afuera y nos tumbemos a mirar las estrellas cuando el cielo nocturno ofrece un espectáculo. La Comunidad, sin embargo, no tiene una cancha de baloncesto.