Un retiro tiene el propósito de darnos espacio externo e interno, propicio para profundizar nuestra práctica personal de Dharma, para reflexionar y para transformar nuestra mente.
Tomando una oportunidad que se abrió por un tiempo breve (y que estuvo a punto de cerrarse al último momento), Venerable Damchö permaneció doce días en una pequeña cabaña en un lugar apartado de la ribera maya. Sin internet ni teléfono, pudo disfrutar de un espacio y de un tiempo dedicado a la contemplación y a la profundización de su práctica personal.
Estamos enormemente agradecidas con todas las personas que hicieron posible y que ofrecieron todo el apoyo, en muchas formas, para este retiro.
Dado que en el corazón de Venerable Damchö todos nosotros somos parte de lo que ella es y lo que hace, y en ningún momento estamos separados de ella, podemos sentir un inmenso gozo al imaginarla practicando en medio de la naturaleza, y unirnos a sus aspiraciones profundas y vastas de continuar beneficiando a todos.