Una voluntaria del IB que ha asistido al retiro presencial nos ofrece aquí su experiencia de este fin de semana.

 

“Sembrar sin ver la cosecha es el acto del bodhisattva”

(Cita de Venerable Lhundup Damcho)

Hace unos meses, Venerable Damcho me invitó a participar en el Instituto Budadharma (IB) mediante la creación del contenido para un próximo curso sobre Género y Budismo. La invitación me entusiasmó porque se trataba de una oportunidad única para pensar juntos al feminismo y al budismo –ambos partes importantes de mi vida– y, de este modo, colaborar con herramientas útiles para deconstruir nuestras identidades de género y la forma en que nos pensamos como seres humanos sexuados para poder beneficiar a otros seres sintientes.

Una de las actividades de esta nueva aventura consistió en asistir al retiro “Medios hábiles para el servicio en el Dharma”, dedicado a todas y todos los voluntarios del Instituto. El IB ofrece servicios educativos por internet sobre budismo y su aplicación en la vida diaria. Se encuentra bajo la dirección espiritual y académica de Venerable Damcho y es un proyecto conectado con la Comunidad Dharmadatta, un grupo de monjas budistas guiada por Su Santidad el 17o Karmapa Ogyen Trinley Dorje. Ante el creciente interés de los estudiantes, sobre todo en América Latina, se consideró la importancia de ofrecer cursos en línea que además de las enseñanzas incluyan material didáctico de apoyo. Fue así como se lanzaron los primeros cursos que recibieron una buena acogida y revelaron el gran interés por el Dharma entre el público de habla hispana. Posteriormente, se crearon salas virtuales de meditación en las cuales los estudiantes, sin importar su ubicación geográfica, pueden conectarse con otros para practicar meditación en grupo. Actualmente se transmiten en FaceBuda, además de charlas dominicales, seminarios y eventos especiales de diversos maestros.

El primer día del seminario descubrimos todo el trabajo detrás del IB, gracias a la presentación que hicieron Nelson, Venerable Damcho, Rosalía, Verónica y Zuani. La sola existencia del Instituto es un reflejo de la interdependencia, ya que ha sido creado y sostenido con el trabajo desinteresado de las y los voluntarios. Quiero reconocer especialmente el esfuerzo de nuestra compañera Leslie, quien comenzó este proyecto junto con Venerable Damcho. La oportunidad de conectar con las personas que llevan a cabo todo el trabajo que vemos en las pantallas de nuestras computadoras ha resultado muy valiosa.

Los medios hábiles para el servicio en el Dharma incluyen comunicación y colaboración para construir comunidad. Este fue el tema sobre el cual versó la primera plática de Venerable Damcho, el sábado 23 de febrero.  La comunidad dentro del IB se considera un grupo de personas que se reúnen con la motivación de beneficiar. Por ello, la comunicación debe ser frecuente y consciente. Frecuente porque se trata de una red cuidadosamente tejida entre todas y todos que forma, reconoce y refuerza los vínculos. La comunicación consciente es un elemento muy importante en la actualidad ya que los medios de comunicación electrónicos tienden a distorsionar los mensajes que damos y recibimos: del otro lado de la pantalla una persona recibe el mensaje y nuestra relación con los demás está profundamente relacionada con nosotros mismos. Miramos a otros y les proyectamos nuestras propias kleshas, en ese sentido es importante trabajar en aceptar nuestros defectos, ya que solo así seremos capaces de no molestarnos cuando los vemos en otros.

El retiro contó con una parte práctica en donde Nelson nos impartió un taller sobre autogestión para ofrecer el Dharma. La autogestión consta de dos componentes muy importantes: la comunicación y la motivación. Dentro del IB,  la motivación de las y los voluntarios es de amor y generosidad, lo cual hace a nuestra intención muy poderosa. Este taller nos ayudó a replantear nuestra motivación y nuestras habilidades para la auto-organización. En el encuentro con las otras voluntarias tuvimos la oportunidad de conocernos, saber más de nuestras vidas y conectar entre nosotras con mayor profundidad. Al mismo tiempo, conversamos con las integrantes de la comunidad Dharmadatta sobre nuestras dudas e inquietudes como participantes en el IB.

El domingo 24 de febrero, Venerable Damcho impartió una charla sobre expectativas, aspiraciones, regocijo y dedicación. Uno de los ejes centrales de todo el retiro fue la paramita de la generosidad ya que, al participar en el IB, tenemos la oportunidad de actuar como bodhisattvas en nuestra vida diaria. Es necesario detectar las motivaciones propias para poder trabajar de manera honesta y valiente con nuestras kleshas, ya no desde la aversión sino desde el amor y la compasión. Nos regocijamos al reconocer que estamos sembrando raíces de virtud.  Finalmente, aunque es probable que no veamos los frutos de estas acciones en el Instituto, es bueno imaginar la meta: idear un mundo sin violencia, una tierra búdica, y dedicar los méritos que generamos para el beneficio de todos los seres.

Por las tardes, para complementar las pláticas y talleres, tuvimos una práctica de Metta que nos ofreció la oportunidad de conectar con nuestras hermanas y hermanos presentes en el retiro, con nosotras mismas y con todos los seres sintientes. Así como una práctica grupal de Dohas de Milarepa, la cual permitió vincularnos de manera profunda y directa con las enseñanzas de un gran maestro como lo fue Jetsun Milarepa.

Para cerrar el retiro, se realizó un intercambio de experiencias con los participantes que asistieron de manera presencial y virtual. Este fue un momento muy emotivo para todas y todos los presentes. Nos reconocimos como una comunidad, como hermanos y hermanas que se acompañan en esta hermosa aventura de ser voluntarios en el Instituto Budadharma. No queda más que agradecer la enorme generosidad de la comunidad Dharmadatta, así como de todas las participantes y organizadoras. Que los méritos que hayamos acumulado en estos dos días sean para el beneficio de todos los seres. Emaho!

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