Poco antes de las 6:00 de la mañana, el sonido del gong nos anuncia el comienzo de las actividades en KTD. La primera práctica del día, con la toma de refugio y las postraciones, nos deja llenos de energía y listos, tanto física como mentalmente, para recibir las enseñanzas. Una sensación de alegría nos invade desde tempranas horas de la mañana. Todos los retirantes, con mucha diligencia, comenzamos nuestras actividades. Esta disciplina que hemos generado con los días, como dijo Ven. Damcho, nos ayuda a controlar nuestra mente, nos hace conscientes de que podemos decidir sabiamente  y no sólo guiados por nuestros impulsos y emociones. Hace que de alguna manera, la bondad surja en nosotros. El ambiente que se respira es de mucha paz, compañerismo y amabilidad hacia todos los que nos rodean y hacia nosotros mismos.

Las diversas actividades planeadas en el retiro tales como las enseñanzas, las prácticas talleres y hasta los descansos se llevan a cabo con fluidez y esfuerzo gozoso. En los momentos en que los retirantes no están en la gompa, destinan su tiempo a su propio Karma Yoga -y con ello servir a los demás-; otras debido a la esfera de tranquilidad y belleza que se respira en los alrededores de KTD realizan caminatas, ejercicio, toman fotos, escriben, conversan con los demás; algunos prefieren repasar las enseñanzas o bien leer algún libro. Algunos más efectivamente lo destinan a dormir o a descansar para reponerse y continuar con vitalidad las actividades. También meditan, reflexionan y asimilan las maravillosas enseñanzas que estamos recibiendo sobre la práctica de Tara Verde.

 

Las vivencias en el retiro han sido no sólo diversas sino también muy profundas. Muchas de ellas han sido compartidas y de las que más alegría e inspiración han generado ha sido el sólo hecho de estar frente a Khempo Karthar Rinpoché. Algunos retirantes ya lo conocían, mientras otros están teniendo la oportunidad de asombrarse por primera vez con su sola presencia y por supuesto con la compasión y sabiduría que nos muestra. Incluso, debido a la generosidad de Rinpoché, se han programado citas con él, las cuales han sido en grupo o individuales y ha generado diversos efectos en los retirantes, siendo el común denominador la confianza, admiración y respeto. Otra vivencia hermosa ha sido encontrar a practicantes de muchos otros países y compartir con ellos nuestras experiencias en las prácticas,  en nuestro camino espiritual y en nuestras vidas en general. El espacio de retiro es muy propicio para generar lazos de amistad entre nosotros.

Para muchos la vivencia más maravillosa, es en sí, el hecho de estar aquí en KTD recibiendo enseñanzas tan profundas y que son de tanto beneficio, pues no obstante los obstáculos previos, finalmente se reunieron las condiciones externas e internas que nos permitieron asistir. De esta manera, por comentarios de algunos- a un poco más de la mitad del retiro- nos consideramos muy afortunados de tener esta vivencia en KTD, pues se ha creado una profunda sensación de alegría, confianza, inspiración, humildad y responsabilidad. Todos sentimos una profunda gratitud hacia Rinpoché y Venerable Damchö, pues principalmente debido a ellos y a las bendiciones de Su Santidad Karmapa, estamos teniendo esta increíble vivencia de encuentro con Tara, con nosotros mismos y con la verdadera naturaleza de nuestras mentes. Los cambios se están dando en la parte más sutil de nuestro ser y están siendo radicales, es decir, en la raíz de nosotros mismos.