Una reflexión de una estudiante del Centro Rejung Dorje Dragpa sobre la plática pública de Venerable Damcho en Xalapa :

Actualmente vivimos en una sociedad que padece día a día los estragos de la delincuencia organizada, la discriminación, homicidios y otros problemas de los que hemos sido, en muchas ocasiones involuntariamente, testigos directos. Con el motivo de reflexionar sobre la situación, en esta visita de la Comunidad Dharmadatta a la Ciudad de Xalapa, Venerable Damcho ofreció una charla sobre el Compromiso con la no violencia desde la perspectiva budista.

¿Cómo lo enfrentamos? Pregunta abierta que hizo Venerable Damcho al iniciar la charla. Usualmente nos vemos a nosotros mismos como alguien que está lejos de ser una fuente de violencia, queremos sentir y marcar una brecha entre ellos (los delincuentes, los violadores, los homicidas, etc) y nosotros, sin embargo este planteamiento es un problema.

Es difícil acercarse a aquella fuente de violencia y enfrentarla cuando no sólo queremos que haya una brecha entre ellos y nosotros sino que además tenemos aversión y rechazo ante todos aquellos que están dañando y generando sufrimiento para todos. De este modo, nuestro enfoque principal al enfrentar la violencia es que sea el otro el que cambie y que deje de ser violento. ¿Qué tan probable es que el planteamiento de que aquellos tienen que cambiar aun cuando ni siquiera nos podemos acercar a ellos, pueda funcionar?

Al pensar en todo el sufrimiento que han provocado “aquellos individuos”, de ver cómo han afectado a amigos, familiares y a nosotros mismos, en automático reaccionamos con hostilidad, ira, enojo. Los visualizamos como algo grande, que tiene el poder. Pero entonces ¿Cómo podemos hacer algo al respecto desde esta posición pasiva? Cuestiona Venerable Damcho.

Si queremos cambiar esta situación tenemos que entenderla. ¿Cómo? “Primero hay que identificar las acciones de violencia en nosotros mismos”. Identificar distintas formas de violencia, las físicas y las mentales, insertas en estructuras sociales y dinámicas que fomentamos. Ideas e imágenes que compartimos que sostienen diversas formas de violencia, desigualdades, cuestiones de género, económico, de niveles sociales. Con esto, en nuestro entorno cercano podemos identificar las acciones que nosotros mismos llevamos a cabo y que fomentan el problema.

En nuestra familia, con amigos, compañeros de trabajo, en nuestras interacciones tenemos oportunidades de identificar esas conductas. Este es un primer replanteamiento, porque si queremos enfrentar esas dinámicas tenemos que reflexionar en qué forma participamos en ellas, desde lo que empieza como juegos infantiles y puede llegar hasta situaciones de violencia grave.

Hay que ubicar de dónde vienen los impulsos de agresión dentro de nosotros. Cómo es que empezamos a ver al otro y a sentirnos con la libertad y el deseo de lastimarlo. Cuando identificamos que algo o alguien tiene la capacidad de hacernos daño y nos priva de nuestra felicidad, reaccionamos con frustración y nos sentimos vulnerables, y de ahí generemos hostilidad que a su vez termina en acciones que agreden de alguna forma al otro.

Durante esta conferencia Venerable Damcho exploró una perspectiva desde la cual podemos ver que no sólo experimentamos la violencia si no que la creamos, desde la que podemos darnos cuenta de que esta situación no tiene sólo una causa, si no que tiene muchas causas y condiciones, y hay que preguntarse en cuáles de ellas estamos participando.

De esta manera podemos ofrecer lo que la sociedad necesita de nosotros para disminuir el problema. Podemos ofrecer todos nuestros recursos, nuestro compromiso y nuestra inteligencia para crear con ello espacios de no violencia en nuestro entorno.

Brianda Morales Rojas