Lo que nos hizo llegar a España fue la amistad. La invitación de amigas de Dharma que quisieron compartir con la Comunidad Dharmadatta su mundo, su vida, su cultura. Y con este viaje se ha profundizado un vínculo que surgió del estudio y de la práctica compartida desde hace muchos años. Vínculo nacido en la India, a la luz de las enseñanzas exquisitas de meditación de mahamudra en Sherabling, que ha crecido desde entonces, se ha extendido en México y se ha enriquecido ahora en Palencia y Barcelona.
Venerable Dapel y yo, en representación de Dharmadatta, disfrutamos durante diecisiete días un itinerario que tuvo como estancias principales los Centros Samye Dzong de Palencia y Barcelona (bajo la guía de Akong Rinpoché).
Cada lugar en el que recibimos alojamiento (casa particular, centro de Dharma o monasterio) se convirtió en un lugar de práctica conjunta. Ya que nosotras veníamos del retiro de Chö en el monasterio sede del 17 Karmapa en Norteamérica (KTD), ésta fue una de las prácticas que compartimos con las comunidades en Palencia y Barcelona.
Fue una de las experiencias más intensas de este viaje, el poder practicar juntos a donde sea que llegáramos. Era como llegar a casa, compartir las mismas prácticas, las mismas metas y el mismo gozo de ver florecer las actividades de los otros. Es la fortuna de crecer bajo el cuidado de un linaje auténtico, y de maestros como el 17 Karmapa, Tai Situ Rinpoché y Akong Rinpoché que personifican las cualidades de esa tradición.
En el Centro Samye Dzong Palencia, Venerable Dapel y yo conducimos un retiro de Lamrim, de siete días, con las enseñanzas de Venerable Damcho grabadas en video y un programa diario intenso, de meditación shámata y analítica, práctica de silencio, dinámicas de autoanálisis, karma yoga y meditación de compasión (Chenresig). Después del retiro disfrutamos la cercanía, la amistad y la experiencia de Lama Tsondru, Venerable Kunga y Venerable Samten. Ellas compartieron generosamente su tiempo durante las sesiones de práctica juntas, en paseos por Barcelona, y la visita a la zona boscosa de Girona, en la frontera con Francia, donde se encuentra el monasterio y el centro de retiros.
Es asombroso el trabajo que la comunidad de Samye Dzong ha llevado a cabo durante décadas, bajo la guía y el cuidado sabio y amoroso de Akong Rinpoché. Uno de sus frutos es un precioso centro de retiros completamente equipado (altares, salas de meditación, habitaciones, áreas comunes, jardines…) para esta práctica central en el Linaje de Marpa, Milarepa y Gampopa: el retiro de tres años Karma Kagyu. Asimismo el monasterio que es la sede de la comunidad monástica naciente, surgida de los mismos retirantes, comprometida a consolidar y hacer florecer la vida monástica en medio de montañas, árboles y riachuelos. Y una vista al mar que se funde en el horizonte con la inmensa vastedad azul del cielo.
Una de las imágenes más intensas que ha quedado grabada en mi mente es la de una parra prodigiosa, cargada de racimos de uvas que cubre, como un techo vegetal, el jardín de la sede Samye Dzong Palencia. La fronda verde y exuberante de esta parra es más fascinante por el contraste con el color leonado de los campos áridos de Castilla. Esta parra vigorosa es un símbolo perfecto de lo que hemos aprendido y vivido en este encuentro de dos ramas que comparten una misma raíz, un mismo sendero y un mismo destino.
Nangpel