Tres letras y mucho sufrimiento: IRA
Pareciera que nos acostumbramos a estar enojados. A vivir resentidos, a molestarnos por lo que no nos gusta, a ofendernos cuando nos dicen comentarios que no queremos reconocer, a buscar venganza contra alguien que nos dañó.
Pareciera que la vida es vivir en el enojo y el rechazo, en la comparación y los celos, en la culpa y la envidia, en el drama y el sufrimiento. Lo escuchamos y vemos en los libros, en las noticias, en películas, en canciones, en las pláticas con familia y entre amigos.
Nueve días en un Retiro
Trabajar con la emoción más perturbadora y destructiva que puede vivir un ser humano requiere mucha valentía. Atreverse a ver desde el espejo, con otros lentes y desde una perspectiva más amorosa. Reconocer que tenemos las dos caras, podemos ser los más encantadores y en un momento podemos ser los más crueles, con las personas que inclusive llegamos a amar.
Los hilos que se van utilizando durante el retiro, son hilos de amor. Uno va bordando y deshaciendo la propia historia. Un color para el perdón, el verde para la compasión, un amarillo para notar nuestra interpretación, el negro para remarcar lo que no queremos repetir, el rojo para revelar nuestra naturaleza bondadosa, el dorado para recordar que somos amor.
Cuando descubro mi ira y la reconozco, tengo opciones para reaccionar.
Cuando descubro la ira del otro y la reconozco, tengo opciones para comprender.
Detrás de la ira hay miedo, hay vulnerabilidad, hay tristeza, hay carencias, hay dolor.
Y así vamos aprendiendo a dar puntadas más seguras, con más paciencia, más positivas.
Y así vamos cosiendo nuestra felicidad desde nuestro interior, no desde afuera, no esperando que vean lo que yo miro, sin etiquetar, sin juzgar.
Y así vamos reconociendo que cuando surja una situación que nos rebasa, podemos utilizar las herramientas que aprendimos. Un nudo para detener, unas tijeras para recortar y volver a coser, cambiar la puntada, aprender otras formas, usar otros hilos, finalmente es mi creación, reconocer que es mi historia de vida, es mi bordado interior.
Cuatro Maestras compartiendo sus enseñanzas
El ambiente generado durante el retiro, las enseñanzas, las meditaciones, las plegarias, el silencio, las conversaciones en grupo, las actividades para darnos cuenta que hay opciones. Todo dentro de un ambiente de sabiduría, protegido y seguro. Han sido la mejor manera de reconocer y transformar mi ira, mi sufrimiento y el del otro. Hilvanando más amor y compasión.
Toda mi gratitud para La Comunidad Dharmadatta.
Olga Cantú
Junio 2016