“Por temor a la muerte, fui a las montañas.
Al meditar una y otra vez en la incertidumbre del momento en el que ha de llegar,
conquisté el bastión inmortal de lo inmutable.
¡Ahora mi temor a la muerte hace tiempo se ha ido!”
Milarepa
Después de cuatro años de retiro solitario, Mingyur Rinpoché dio en Bodhgaya las primeras enseñanzas de meditación a su regreso de las montañas y las aldeas del Himalaya.
“Darse cuenta y compasión. Enseñanzas esenciales de La alegría de vivir”, fue la primera serie, en la que compartió parte de su experiencia personal y puntos clave en el cultivo de la práctica de estar consciente, y del cultivo del amor bondadoso y la compasión.
La segunda serie fue “Explorando la naturaleza de la mente: Consejo del corazón en el sendero al despertar”, enseñanzas de meditación provenientes de los caminos Mahamudra y Dzogchen. En este ciclo, Rinpoché dio también la presentación e instrucciones de las prácticas fundacionales del budismo tibetano (ngöndro), un conjunto de métodos de meditación para deshacer hábitos y tendencias que nos impiden reconocer nuestra bondad básica, nuestra naturaleza búdica.
Las instrucciones de Mingyur Rinpoché se sienten como provisiones para un camino largo. Primero te hace vivir la experiencia y luego te explica, te dice “el secreto”. Después, con el tiempo y con la práctica, se van develando bellamente significados cada vez más profundos en el proceso de reconocer las cualidades de la mente.
Todo en la presencia de Mingyur Rinpoché es un recurso para ayudarnos a experimentar y a ver la naturaleza de nuestra mente. Sus movimientos corporales, sus inflexiones de voz, las expresiones de su cara y de sus manos, son instrucciones hilarantes y precisas para reconocer nuestra bondad innata.
Mingyur Ripoché es uno de los maestros de meditación más destacados de la tradición budista tibetana. Nació en 1974 en Nepal, proveniente de una familia de varias generaciones de sabios y yoguis; a los once años entró a su primer retiro estricto de tres años, bajo la guía de grandes maestros de su linaje. A los 17 años de edad fue invitado como maestro del Centro de retiros de tres años de su monasterio, Palpung Sherab Ling, la sede de Tai Situ Rinpoché, uno de los sostenedores más altos de la tradición Karma Kagyu.
En 2011 Mingyur Rinpoché dejó sus compromisos como abad de su monasterio y maestro de miles de estudiantes asiáticos y occidentales, y se retiró a las montañas y las aldeas del Himalaya para intensificar su práctica espiritual.
Ahora, a su regreso, nos trae de nuevo estas instrucciones, impregnadas aun con el aliento de las montañas, que se han mantenido vivas durante siglos y que nos muestran cómo dejar atrás los ciclos de insatisfacción y confusión que oprimen nuestras vidas, transformándolas en un camino de crecimiento y de compromiso gozoso con los demás y con el mundo.