Un día Alberto Fournier, el Director del Centro Budista Ganden Shedrub Ling, al cual asistimos en San Juan de Puerto Rico nos informó que Venerable Damcho estaba ‘tramando otro invento’ y que esta vez habíamos caído en la redada. Al principio nos dio gracia la noticia, mientras nos preguntábamos de qué se trataría esta vez. Era nada más y nada menos que un Taramaratón, …¿qué es eso y por qué nosotros? Nos explicaron el proyecto y enseguida nos cautivó.

Pronto comenzamos a recibir todas las herramientas y, como los atletas, nos pusimos a practicar. Melodías, textos en tibetano y traducciones al español. Todo esto al cuidado de la Comunidad Dharmadatta. Esto conllevó, además, la participación de todo un equipo de voluntarios que ayudó a concretizar la idea del Taramaratón. Este equipo se encargó de la preparación de la Gompa, los asuntos técnicos para la transmisión y promover el evento. Entre todos, nos aseguramos de que tanto la ‘pista’ como los ‘corredores’ estuviesen listos para el maratón espiritual.

Enseguida, nuestra Sangha se entusiasmó y se dio cita al evento. Al llegar al Centro, la Gompa se había transformado en el ‘olimpo’ sagrado de Tara Verde. Decenas de rosas amarillas, estatuas de varios tamaños representando la deidad, incienso fragante y decenas de ofrendas de agua perfumada con azafrán. Todo esto nos llenó de inspiración y así arrancó la carrera por mantras y plegarías con distintas melodías que nos hicieron conectar con las cualidades de Tara que albergamos en nosotros. Era la bodhichitta misma lo que nos unió para crear las condiciones para el fortalecimiento de la paz y la felicidad del mundo.

Así llegamos a la meta de ese día, alcanzando 16,800 recitaciones de mantras y 378 Alabanzas a las 21 Taras. Quedamos conmovidos con las melodías y sentimos mucho regocijo de haber arrancado con ímpetu este Taramaratón que ahora continúa en distintas partes de América Latina y otras partes del mundo de habla hispana. Con gozo esperamos alcanzar los 7,000,000 de mantras y 21,000 alabanzas a Tara durante los próximos 7 meses. Es nuestra aspiración que este evento redunde en larga y saludable vida de todos los maestros que enseñan el verdadero Dharma, que se cumplan las expectativas de una paz auténtica y duradera para el beneficio de todos los seres.

Por: Eggie Aguiar y Janette Díaz