“Si tuvieras una ligera idea de los sufrimientos del samsara, no querrías permanecer ahí ni siquiera un solo segundo, no verías ahí nada de felicidad, solo sufrimiento, nada de felicidad”.

Esta expresión dicha con gran firmeza y convicción nos puede dar una idea de lo fuerte y confrontante que puede ser estar recibiendo enseñanzas con un maestro como Lama Zopa Rinpoché. Durante el retiro organizado por el Centro Khamlungpa de Guadalajara, donde participamos alrededor de 350 personas, recibimos de una forma vívida e intensa las enseñanzas sobre el Lam rim que nos ofreció este increíble maestro.

Aunque uno haya escuchado con anterioridad muchas enseñanzas del Lam rim, la manera de enseñar de Lama Zopa Rinpoché te llega como una flecha directa que da en blanco y te hace ir más allá del mero razonamiento lógico. Sus palabras se graban en tu memoria y te dejan una huella muy fuerte que te hace sentir la urgencia de actuar inmediatamente.

Aunque es difícil, si no imposible, transmitir la fuerza, certeza e impacto de las palabras que vienen de este maestro-bodhisattva, con su risa magnífica, la fuerza y el volumen que pone en su voz al hacer algunas de sus aseveraciones, para darte un saborcito de lo que vivimos en este retiro, aquí te compartimos algunas de esas flechas que fueron directo al corazón:

  • Es un gran descubrimiento para nuestra vida reconocer que lo que consideras más importante, tu “yo”, no existe, es una completa alucinación, no lo puedes ver en ninguna parte. Estás completamente bajo el control de los engaños y el karma. La ignorancia es el rey de los engaños, te hace creer que hay un yo real. Tu conducta egocéntrica es lo que hace que tú y los demás sufran, ¡date cuenta de eso!
  • Necesitas aprender y vivir el Dharma. Meditar es la cosa más increíblemente importante.
  • Vivir con apego a los placeres de esta vida (amigos, familiares, posesiones, alimentos, a nuestro propio cuerpo, reputación, poder, alabanzas, etc.) tiene como resultado una mente que sufre, es una fuente de sufrimiento. Tu propia mente crea este sufrimiento, nadie lo ha creado para ti. Cualquier acción que realices con apego se vuelve una acción no virtuosa que crea karma negativo. El resultado no es felicidad, es solo sufrimiento. El apego hace tu vida tan complicada que no tienes paz en la mente. Si no hay apego, no hay desagrado cuando no recibes los objetos de deseo. Renunciar al apego es renunciar a todo el sufrimiento.
  • Cada oración que recites, en un mantra, en un Sutra o en una práctica, debe ser una meditación profunda como el océano sin fin. No debemos hacer nuestras prácticas como un bla, bla, bla sin sentido, hay que meditar en cada palabra.

No hay mejor manera de describir esta experiencia que usando está frase que con frecuencia usaba Rinpoché para resaltar algún punto: “Increíble, increíble, increíble. Wow, wow, wow”.