Creo que es difícil expresar con palabras lo que es recibir enseñanzas de un ser iluminado como seguramente es Tai Situ Rinpoche. Su sola presencia te hace sentir como un gigantesco sol que todo lo ilumina, te brinda el calor de su compañía y te transfiere el conocimiento necesario para seguir por el camino.

Al inicio de las enseñanzas nos pregunto a qué habíamos ido y si sabíamos lo que era Mahamudra. El gran sello.

Si lo que buscamos era un buen samsara, es decir estar confortables en este ciclo de sufrimiento, con buena salud, buen trabajo, buenas relaciones afectivas y con pocos problemas, eso no íbamos a obtenerlo ahí, estábamos en el camino equivocado. Tomar el compromiso de seguir la práctica de Mahamudra era para lograr la iluminación, no solo buscar salir del sufrimiento, sino generar la aspiración y más adelante el compromiso de trabajar por el beneficio de todos los seres.

Tai Situ Rinpoché es un maestro en toda la extensión de la palabra, nos brindo a cada uno de los asistentes, más de 800 personas, de diferentes edades, nacionalidades, idiomas, genero y formas de pensar, un contacto cercano a través de compartir a cada paso su propia experiencia, esto hizo que las enseñanzas fueran muy cercanas, que pudiéramos recibir en cada una de sus palabras la grandeza del auténtico Dharma, que valoráramos el significado de una trasmisión en un Linaje ancestral desde el Budha mismo, que se ha mantenido a lo largo de los siglos hasta llegar ahora a nosotros. Tener la confianza en que estamos tomados de la mano en un camino verdadero, seguro y que ha demostrado a lo largo de los siglos que permite obtener logros.

Zuani